Estimado Luis Carlos, te escribe Alfredo Vanini.
Acabo de ver tu excepcional incursión con Vargas Llosa. No me quiero referir a ella, por lo menos no en este comentario (habrá otro sin duda). Lo que quisiera, en caliente y porque es lo primero que se me viene a la cabeza, es expresarte mi enorme admiración por ser un periodista con un gran sentido de la oportunidad (no del oportunismo, que es otra cosa, de oportunistas estamos llenos desde que Fujimori demostró que los periodistas limeños eran caros pero rentables) y sobre todo por la honestidad que tienes, cosa que no significa otra cosa que ser como realmente uno es.
Luego me pregunto: ¿Qué clase de productores tan torpes, tan poco visionarios, tan adormecidos mentalmente, tan complacientes con su propia mediocridad tenemos en este país, que ni uno de ellos, ninguno, te ha ofrecido o reclutado para llevarte a la televisión? ¿Por qué perdura hasta hoy, en individuos como Mauricio Diez Canseco por ejemplo, esa “escuela televisiva” surgida a comienzos de los años 1980 en el Perú, que dice que “hay que darle a la gente lo que le gusta a la gente” sin tener en cuenta que la inteligencia, así como la mediocridad, funciona como un músculo. Esto es, bríndales una rutina de inteligencia diaria -como levantar con un brazo 2 kilos diarios- y en un año el nivel intelectual de los televidentes se elevará. Y claro, inversamente, denles una rutina de mediocridad y harás un pueblo de mente enferma pero poderísima y vigorosa. Esa rutina de la mediocridad masiva es el ejercicio muscular que se impuso en este país y que no para de ejercitarse. Y esa mediocridad bien ejercitada es de lo que se han aprovechado desde siempre los gobiernos corruptos y asesinos que hemos tenido siempre. Pero ¿no hay ningún productor que rompa con esa desgracia? ¿No hay ningún productor para quien la palabra dignidad tenga algún significado? ¿No pueden ustedes, los blogers, brillantes como Marco Sifuentes, Javier Albarracín, Rodolfo Ybarra, y tantos otros, realizar un “asalto a la caja boba” y posibilitar la impostergable tarea de curar en espíritu a nuestro páis? ¿No hay algún millonario por allí, de esos que hablan del “futuro del país” con el pecho inflado, que se anime a pasar de la palabras a los actos e invierta en un canal de televisión llamando a tanto joven talentoso que se pierde aplastado por la vulgaridad imperante e imponente? Se hace cada vez más necesario Luis Carlos, que la gente lúcida tome los medios en nuestro país. Me importa un carajo la libertad de mercado y la libre empresa. Antes que la libertad de empresa está el orgullo de pertenecer a un país digno y orgulloso. Si los gobiernos han demostrado que son incapaces que solventar una educación que permita a este país progresar intelectual, cultural y científicamente, pues tomemos en nuestras manos esa misión que otros no solo descuidan, sino que pervierten en nombre de “la libertad del televidente”. Nuestros hijos merecen contenidos inteligentes, creativos, audaces.
Si tengo que ponerme al frente de una campaña para que gente como tu llegue a la televisión sin pervertir cuando lleguen a ella la honestidad, la irreverencia, la desfachatez, la elegancia y la inteligencia que demuestran en sus blogs, lo haré encantado.
Muchos comentarán “claro, Vanini es su pata por eso le tira flores”. Está bien pues, qué lo digan. Pero los que me conocen bien saben que no soy un sobón y soy consecuente con lo que digo. Y lo que digo es: los blogs (no todos, pero una parte importante) son hoy por hoy los medios donde la verdad no es canjeable ni vendida o comprada, donde el análisis crítico y el compromiso no se limita a dos más dos es cuatro y ya no más porque “más que eso ya no da rating”. Ya es hora de ofrecer nuevos contenidos y audaces formas, ya es tiempo que dejemos atrás la mediocridad de las Chichis, de las Rosa Marías, con sus “prensas libres”, de pura finta, de las Magalys y su cultura del chisme como característica nacional del peruano contemporáneo, de las Gisellas y los Zopilontes (perdón ¿cómo se llama esa estupidez? ah, Polizontes) y renovemos los medios masivos de comunicación.
Productores miopes, desahuévense y lleven la inteligencia a la televisión. Aquí en los blogs, pueden encontrarla a raudales.
Un abrazo Luis Carlos y felicitaciones por esta nota (y por todas las que estás haciendo en los últimos meses)
Alfredo Vanini
katya adaui sicheri
